jueves, abril 20, 2006

Si pusieras un trasmallo a mis ideas

Si pusieras un trasmallo a mis ideas
encontrarías infinitos recuerdos de ella.
Nació bajo el signo del cangrejo
en unas tierras bajadas por el mar.
Creció acariciada por esos vientos
que hacen cuajar la sal.
Se hizo caño,
notó en sus venas las anguilas,
en sus espaldas las pateras,
y en su corazón,
el sabor de las coquinas.
Más tarde, se hizo estero
y lo plasmó en su boca,
cálida y sabrosa.
Pensé:
“si yo fuera dorada,
ella sería esa bahía
donde me gustaría desovar.”
Y se hizo bahía,
siempre dispuesta a conversar
con las olas de ultramar,
recibiendo esa sabiduría,
que lenta, muy lentamente,
igual que los fangos,
la colmarán.
Por fin se hizo mar,
sintió la gravedad,
jugó con el Sol y la Luna
y saboreó la sal.
Abrazó a mucha gente.
Fue consciente de su inmensidad.
Ahora es blanca,
como la espuma,
rodeada de oscuridad.



Cerca te quiero sentir

Cerca te quiero sentir,
Amante, entre mis brazos,
Retozando junto a mí,
Mientras tu cuerpo desnudo,
Entre sueños relajado,
No deja de sonreír.