viernes, septiembre 30, 2011

Si tuviera aquellos años

Aquí os dejo unos versos que le escribí a mi Carmen el invierno pasado.


Si tuviera aquellos años
te diría con voz discreta:

Que bebo los vientos por ti
y que me siento poeta.
Que tus ojos dan la luz
que me vuelve majareta.
Que tu mirada es tan honda
que el corazón se me inquieta.
Que si tus labios me nombran
me siento el dios del planeta.
Que si tus manos me abrazan
me convierto en marioneta.
Que el mar le pide a sus olas
que busque en las plazoletas
la sonrisa de esa niña
que juega con las veletas.
Y si al final no te encuentran
es el mar quien se enrabieta.

Pero el tiempo ha pasado
y hemos dado volteretas.
A lo largo de estos años
fui poeta y majareta.
Se inquietó mi corazón
y fui dios de este planeta.
Y recuerdo que veía
corriendo en las plazoletas
a las olas que buscaban,
mientras yo era marioneta,
la sonrisa de esa niña
que jugó con las veletas.
Y hoy puedo decirte niña:

Que no hay forma de contarte
ni cantarte tu belleza.
Que espero dentro de mucho,
cuando abra mi maleta,
encontrarme su interior
de tu presencia repleta.
Que te quiero porque haces
con la vida piruetas.
Y me abrazas “tos” los días
haciéndome morisquetas.
Porque eres como eres,
eres franca y sin careta.
Y porque sin ti no sería
nada más que una silueta
que toca en su soledad,
ya que rima, la trompeta.

domingo, septiembre 04, 2011

A costa da morte


Si hace tiempo fuiste azote
hoy por hoy eres espalda.

Si hace tiempo a los marinos
tú la vida les quitabas
hoy tus tierras se consumen
bajo el pasto de las llamas.

Si hace tiempo por tus aguas
los naufragios abundaban,
de maldito chapapote
hoy tu orilla está manchada.

Si hace tiempo fuiste pobre,
hoy por hoy eres esclava.

Si hace tiempo tú la muerte
con tu mano la sembrabas,
hoy por hoy estas muriendo
por los hombres maltratada.

A Costa da Morte

Escrito en el otoño de 2006 para acompañar esta foto de Carmen Mateos en la exposición MAR. La foto está tomada en la Costa de la Muerte en el verano del mismo año. Ese fue un verano fatídico para Galicia por la cantidad de incendios, la mayoría provocados, que hubo. La Costa de la Muerte sufrió especialmente esta desgracia.