El Puente

Aquí os dejo una cosita que escribí en la primavera de 2011 para acompañar esta foto.

El puente y el río conversan,

hablan de sus cosas:

Ya llego la primavera

-cuenta el puente-.

Pues en la sierra aún no se nota

-ríe el río-.

Me gustaría ir contigo,

y besarme con el mar

-dice el puente-.

Pues yo quisiera quedarme

-explica el río-

y poder saborear

el bullir de tanta gente

me cansa la soledad...

Qué difícil que es la vida

-grita el puente-.

El río lo mira y le susurra:

¡Ay quien pudiera!

Y juntos terminan cantando:

Fundir en un perfume menta y canela.

Dicen que Triana tiene

Escrito en el invierno de 2011

Dicen que Triana tiene

rincones para morir.

Yo no se si eso es así.

Pero mi Triana tiene

un corazón que al latir

late con ese sentir

que solo Triana tiene.

En La Isla, junto al mar

Aquí os dejo un poema que escribí en el otoño de 2007. A ver si reconocéis el lugar.

Existe un lugar sin dueño,

en la isla, junto al mar,

donde puedes encontrar

a pescadores de sueños.

En sus aguas se reflejan

lunas, soles y barquillas,

amores que por la orilla

entre caricias se besan.

Tiene fangos que le arropan

con sus sábanas marinas,

embozadas de sapinas,

bordadas con redes rotas.

Y varadas en la arena

navegan muchas historias,

perdidas en la memoria,

huyendo de sus cadenas.

En la noche de San Juan

su magia te embrujaría,

si te pudiera llevar.

Allí los ritos se funden

fuego y agua se confunden,

en la isla, junto al mar.

Cuando el corazón no habla

Ante esta celebración, que según yo entiendo no es más que otro invento para dirigir nuestros sentimientos y cuadricular nuestro corazón, he escrito estos versos...


Cuando el corazón no habla
el color viste de luto,
se marchitan las miradas
y se hielan los minutos.

Cuando el corazón no habla
las manos ya no susurran,
se oscurecen las mañanas
y los labios no deslumbran.

Cuando el corazón no habla
no hay ningún san valentín
que pueda alegrarle el alma
a quien no quiere sentir.