domingo, agosto 06, 2006

Encuentro

Ojos abiertos y espantados,
piel de gallina, pelo erizado.
Adrenalina que fluye desesperada.
Latidos acelerados y pupilas dilatadas.

A través de un aire denso
se cruzaron sus miradas.

Él,
con su rostro desencajado,
escudriñaba la nada.
Mientras ella,
impasible,
le contemplaba.
Fugaces imágenes
en su mente.
Imágenes del colegio,
de la primera traición,
del primer beso.
De calles consumidas de tanto pisarlas,
de aquella utopía rota de tanto soñarla.
De cuántas ataduras concebidas,
de frustrantes confesiones,
de pasiones encendidas.
De algunos años perdidos,
de felicidad rescatada,
de sermones recibidos.
Del olor de tantos cuerpos deseados,
de esa deuda pendiente,
del amigo olvidado.
Imágenes,
imágenes,
imágenes...

Fue entonces cuando ella,
mirándole a los ojos,
sonrió
y sin volver la cara
continuo su camino
sin rencor.