domingo, agosto 06, 2006

Encuentro

Ojos abiertos y espantados,
piel de gallina, pelo erizado.
Adrenalina que fluye desesperada.
Latidos acelerados y pupilas dilatadas.

A través de un aire denso
se cruzaron sus miradas.

Él,
con su rostro desencajado,
escudriñaba la nada.
Mientras ella,
impasible,
le contemplaba.
Fugaces imágenes
en su mente.
Imágenes del colegio,
de la primera traición,
del primer beso.
De calles consumidas de tanto pisarlas,
de aquella utopía rota de tanto soñarla.
De cuántas ataduras concebidas,
de frustrantes confesiones,
de pasiones encendidas.
De algunos años perdidos,
de felicidad rescatada,
de sermones recibidos.
Del olor de tantos cuerpos deseados,
de esa deuda pendiente,
del amigo olvidado.
Imágenes,
imágenes,
imágenes...

Fue entonces cuando ella,
mirándole a los ojos,
sonrió
y sin volver la cara
continuo su camino
sin rencor.

3 comentarios:

Darko dijo...

Qué bonito, me ha hecho recordar algunos episodios lejanos, esos que efectivamente uno recuerda ya sin rencor...

Un beso.

Txe Peligro dijo...

un happy ending. Bueno pocas veces ocurre eso de olvidar el rencor.

Bonito poema, anyway

Saludos

Anónimo dijo...

Cuando el poeta canta es que hay un oido que siente la necesidad de su canción.Algunas veces,pocas,poeta,canción y oido duermen juntos a la sombra de un recuerdo.Algo ocurre entonces en el Universo y en alguna lejana galaxia nace una enana blanca.Otros hombres la ven con aparatos y le dan un nombre lleno de numeros y siglas.Se equivocan.