Aquí os dejo un poema que escribí en el otoño de 2007. A ver si reconocéis el lugar.
Existe un lugar sin dueño,
en la
isla, junto al mar,
donde
puedes encontrar
a
pescadores de sueños.
En
sus aguas se reflejan
lunas,
soles y barquillas,
amores
que por la orilla
entre
caricias se besan.
Tiene
fangos que le arropan
con
sus sábanas marinas,
embozadas
de sapinas,
bordadas
con redes rotas.
Y
varadas en la arena
navegan
muchas historias,
perdidas
en la memoria,
huyendo
de sus cadenas.
En la
noche de San Juan
su
magia te embrujaría,
si te
pudiera llevar.
Allí
los ritos se funden
fuego
y agua se confunden,
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