lunes, noviembre 02, 2015

A mi costurera

Ya han pasado siete años desde que se nos fue. Aquí os dejo lo que le escribí tras la despedida.



…que se ha muerto aquí en La Isla
el día uno de noviembre
una cabecita loca,
Mi madre
una eterna adolescente.
La de la charla pausada
con el rictus sonriente.
La que se bailaba un tango
con su paso diligente.
La de la cabeza alta
con la mirada hacia el frente.
La que sin vista veía
el corazón de la gente.
La hermosa dueña y señora
de ese mundo diferente
donde se funden en uno
el pasado y el presente.
La entrañable costurera
que pespunteó mi suerte.
La que me parió aquel día
y me amó, constantemente.
Presumida persistente
que presumió, porque pudo,
hasta el día de su muerte.
La que a mis ojos resulta,
y no a los míos solamente,
la más bonita de todas,
desde siempre y para siempre.

1 comentario:

Dario Sebastian dijo...

Ole!
Mangüela